lunes, 14 de junio de 2010

LA UTOPÍA DEL “HUBIERA”…

Todo comenzó cuando un grupo de mongoles atravesó el estrecho de Bering en busca de un nuevo lugar para establecerse… Eran persistentes, tal vez los motivaba la esperanza de lo que prometían los hechiceros de la tribu: encontrar un mundo nuevo en dirección al sol naciente; pero el primer sitio al que llegaron, justo en la frontera entre los Estados Unidos y la URSS, no era nada agradable: Islas rocosas, frías, estériles, de difícil acceso y con muy pocos alimentos.

Así es que estos “elegidos” del destino, siguieron su camino por Alaska, y se convirtieron en los ancestros más remotos de la raza que Cristóbal Colón llamó de forma equivocada: “indios”.

Probablemente, otras hordas de Siberia, siguieron más adelante la misma ruta, y así, poco a poco, nuestro continente se fue poblando de millones de personas, cada tribu con características peculiares, con su propia cultura, dioses, ritos y miles de lenguas entre si; eran muy avanzados, araban la tierra, construían instrumentos musicales, cultivaban frutos, eran excelentes cazadores y fabricaban tejidos y cestos.

Las civilizaciones llegaron a su apogeo: los mayas en México, que tenían todo un sistema matemático y un calendario muy exacto, los incas en Perú, los toltecas, los arawaks y muchos otros grupos divididos en complejas castas, los cuales tenían un defecto que tal vez fue la causa de su destrucción: nunca supieron ser unidos, ni ayudarse entre sí o hacer alianzas; el “hombre blanco” no tuvo que “dividir y vencer” sino simplemente enfrentar tribu por tribu.

Es curioso ver que el descubrimiento de América fue hecho por una simple equivocación, por casualidad, y también por los errores matemáticos de Colón al intentar calcular una ruta mas corta para llegar a las “Indias”; pareciera que todo se confabuló para que este hecho sucediera: los reyes de España concedieron el permiso a Colón, el viaje fue sencillo y no muy costoso; al llegar a tierra firme, los europeos se asombraron de la rareza de las plantas y la gente que habitaban este lugar.

Así comenzó la historia de la ocupación europea de los pueblos indígenas de las Américas, una historia de conquista, esclavitud y muerte.

Un rasgo interesante de la cultura de aquellos aborígenes, es el trato que le daban a las mujeres: la sociedad no era machista, sino igualitaria (En algunos casos incluso matriarcal), adoraban a muchos dioses (eran politeístas), de los cuales una gran parte eran femeninos.

Los vestigios de sus estereotipos de belleza, podemos observarlos en algunas pinturas o figuras de barro, donde se muestra que las mujeres hermosas para ellos, eran las que tenían muy amplias caderas y de complexión robusta (y no la moda de flacas anoréxicas que predominan actualmente como un estándar de modelo); no existían las leyes matrimoniales, las mujeres elegían a sus parejas sin prejuicios, ni conveniencias, dejaban a los hombres a su placer, sin ofensa, celos, ni enfado; eran respetadas, cuidaban los cultivos y se dividía el poder entre los sexos, brillaba por su ausencia en esta sociedad, la idea europea del predominio masculino y la sumisión femenina; veían la desnudez como algo natural, no le daban importancia a las cosas de valor, eran ingenuas y compartían sus cosas con los demás. Al ver esto, los españoles, quedaron atónitos, y comentaban en algunos de sus textos:
“Las mujeres embarazadas trabajan hasta el último minuto y dan a luz casi sin dolor; al día siguiente, se levantan, se bañan en el río y quedan tan limpias y sanas como antes de parir… Si se cansan de sus parejas masculinas, abortan con hierbas que causan la muerte del feto…” *

A los hijos se les enseñaba el patrimonio cultural de su pueblo y la solidaridad para con su tribu, a ser independientes y no someterse a los abusos de la autoridad. Todo esto contrastaba vivamente con los valores europeos que importaron los primeros colonos, una sociedad de ricos y pobres, controlada por los sacerdotes, gobernantes y cabezas masculinas de familia.

Antes de la llegada de los conquistadores, no había leyes, comisarios ni policías, jueces ni jurados, juzgados ni prisiones; sin embargo, estaban firmemente establecidos los límites del comportamiento aceptable.

Se deshonraba y trataba con desprecio al que robaba alimentos o se comportaba de forma cobarde en la guerra, hasta que hubiera pagado sus malas acciones y demostrado su purificación moral a satisfacción de los demás. La cultura era muy compleja, las relaciones humanas mas equitativas que en Europa y la relación entre hombres, mujeres, niños y naturaleza, quizás estaban mejor concebidas y organizadas que en ningún otro lugar del planeta.

Eran personas sin lenguaje escrito (salvo sus códices y pictogramas), pero que tenían sus propias leyes, su poesía, su historia retenida en la memoria y transmitida de generación en generación, con un vocabulario oral más complejo que el de Europa, y acompañado con cantos, bailes y ceremonias dramáticas. Alguna vez, John Collier, un estudioso americano que convivió con los indios, comentó:

“Si pudiéramos adoptar su cultura, habría una tierra eternamente inagotable y una paz que duraría por los siglos de los siglos…” **

Y es entonces, cuando al leer esto, surgen muchas preguntas en mi mente: ¿Qué habría pasado si los europeos no hubieran descubierto América? ¿Alguna vez han imaginado esta utopía idealista? ¿Cómo hubiéramos evolucionado?, ¿Seríamos mejores que ellos? ¿Tendríamos otro sistema económico diferente al capitalismo y a otros anteriores? ¿Cómo sería la sociedad y nuestras relaciones? ¿Cuál sería nuestra ideología? ¿Qué sería de la cultura, nuestra forma de vestir, de hablar, las costumbres y religiones? Imagino todo lo que no fue… y sigo preguntándome ¿Cómo hubiera sido?… No lo se… pues el hubiera no existe y el pasado, ya pasó…

Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda.
Comentarios: nayelligz@gmail.com

* D’ARCY Mc Nicke. Las tribus Indias de los Estados Unidos. Supervivencia étnica y cultural. EUDEBA editorial, Buenos Aires, 1965, P. 19.
** ZINN, Howard. La otra historia de los Estados Unidos. “Colón, los indígenas y el progreso humano”. Editorial Siglo XXI, 1999, P. 25.

sábado, 12 de junio de 2010

El impacto del teatro en Latinoamérica

La existencia de un teatro prehispánico ha sido muy discutida ya que no se tienen muchos datos sobre cómo pudieron haber sido las manifestaciones artísticas de los pueblos precolombinos, muchas de ellas eran rituales mágicos, y más que espectáculos o artes escénicas, eran formas de comunión que se celebraban durante las festividades religiosas. Las representaciones rituales precolombinas consistían básicamente en diálogos entre varios personajes, algunos de origen divino y otros de simples humanos mortales.

Hay un vestigio muy importante de los primeros textos de artes escénicas en Latinoamérica, fue encontrado en Yucatán, México, y se trata del único texto dramático maya, descubierto en 1850, llamado el Rabinal Achí, en el que se narra el combate de dos guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación depende de elementos teatrales como el vestuario, música, danza y expresión corporal, sin ninguna influencia de origen europeo.

El resto de las tradiciones rituales sobreviven debido a la fusión de las culturas autóctonas con la europea y española, con lo que se muestra hasta hoy un aspecto singular que no corresponde ni al indígena ni al español. Tal es el caso de las celebraciones religiosas populares mexicanas de Semana Santa en Iztapalapa y en Taxco o la tradicional celebración del Día de Muertos.

Los esfuerzos de evangelización de los misioneros españoles se apoyaron en el teatro, que fue el instrumento básico para formar una mentalidad distinta a la cosmovisión indígena, así también como para informar de la concepción del mundo europeo. Las representaciones sacramentales se basaban en la música, los trajes, cantos y bailes que facilitaban la comunicación entre el espectáculo y el público que aún no dominaba el idioma español. De este tipo de teatro sobreviven las "pastorelas", obras de carácter tragicómico que aún se practican en México antes de la Navidad, y representa las 'tentaciones' que son puestas por unos diablos cómicos, y que deben ser superadas por los pastores en el camino hacia el portal de Belén para adorar al niño Jesús.

El teatro latinoamericano a principios del siglo XIX, estuvo muy influido por el teatro español, pero en el siglo XX, con la llegada de la corriente del realismo y las vanguardias europeas, el teatro latinoamericano empezó a preocuparse de su realidad particular y a buscar sus propias técnicas de expresión.

¿Por qué hacer teatro? En aquel momento, Latinoamérica se encontraba agobiada por muchos problemas políticos y existía una gran necesidad de concientizar a la gente. De ahí surgieron varios teóricos y dramaturgos destacados, como el colombiano Enrique Buenaventura y su trabajo en el Teatro Experimental de Cali.

La preocupación de las artes escénicas, era la de hacer del teatro un instrumento de discusión de la realidad social sin dejar de lado el aspecto espectacular, artístico y estético del mismo.

El teatro es un reflejo de la época en que se presenta, ya que es el reflejo de una realidad social y de unas circunstancias determinadas, que van cambiando conforme se mueven las coyunturas del tiempo y el espacio; las artes escénicas, representan lo que ocurre en el entorno y las transformaciones profundas que experimenta la cultura y la civilización latinoamericana.

El teatro se ha ayudado de la palabra con la finalidad de dar a conocer los contornos del mundo; reúne en gran medida los valores, creencias e imágenes de una cultura que ha sido básica para el desarrollo de la sociedad, y es para la gente que se hace el teatro. El tipo mensaje que se quiere transmitir al público, siempre ha estado determinada por las preferencias del mismo.

El nuevo teatro que se posiciona en Latinoamérica a partir de la década de los sesenta, tenía como fin redefinir los términos de una realidad que se fundamentaba sólo en el poder referencial de la palabra, ampliando sus dimensiones significativas a otros códigos teatrales no verbales.

La necesidad de hacer teatro, surge de manera independiente a todos los acontecimientos de la realidad en la que se vive en América Latina, pues viene del impulso humano por comunicar y transmitir los sentimientos, pensamientos y emociones a otras personas para que puedan “vivir” de cierta manera, algo que es ajeno a ellos y que pueden experimentar a través de las artes escénicas.

Hoy en día, es necesario poner énfasis en el rescate de la práctica teatral, ya que con los avances tecnológicos, la televisión, el cine y los medios de comunicación, esta tradición se esta perdiendo en muchos partes de Latinoamérica. Se debe de promover la cultura de nuestro teatro y fomentar sobre todo a los jóvenes a participar en este tipo de actividades, ya que de nosotros depende que esta practica mágica y ancestral se pueda preservar para las generaciones futuras y por siempre.

Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda

nayelligz@gmail.com

CRONICAS DE UNA SEMANA DE LETRAS, PALABRAS Y LIBROS…

Durante una semana, vivimos en la ciudad de Guadalajara, una de las ferias más esperadas por todos los fanáticos de los libros: escritores, intelectuales, periodistas, estudiantes, “nerds” y otros lectores. Así es, se trata de la Feria Internacional del Libro, mejor conocida por sus siglas FIL.

Tal vez, este es uno de los eventos más importantes que organiza la Universidad de Guadalajara recuerdo que desde 6 meses antes de la feria, se escuchan las voces de maestros y académicos, comentando emocionados acerca de las conferencias, los ponentes, la organización, de todos los eventos que planeaban hacer, y desde mi punto de vista, siento que hace cinco años, en el 2005, fue uno de los mejores para esta afamada feria.

Durante esa semana, todos en la universidad estaban casi vueltos locos con los preparativos, organizando los “stands“, contactando a los expositores, acomodando libros ¡no es fácil preparar un evento de tales magnitudes! Todo para que el sábado 23 de noviembre, dieran el banderazo de comienzo a la FIL, que en aquel año tuvo como invitado especial a Perú.

Así comenzó todo, con una inauguración monumental y la entrega del premio Juan Rulfo al escritor español Tomás Segovia. El Domingo, el auditorio principal se llenó hasta reventar para escuchar las palabras del escritor peruano Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze acerca de México y Perú.

El lunes, fue mi primer día FIL, aquel día llegué como a las cinco de la tarde a la explanada principal, donde para mi sorpresa, estaba repleta de gente comprando boletos o haciendo fila para pasar; cientos de estudiantes de servicio social con playeras negras y letras en colores llamativos, conformaban los elementos de seguridad que estaban repartidos a lo largo y ancho de la expo Guadalajara.

Al entrar, el panorama era espectacular: miles de personas caminando en todos los sentidos de las “calles” de aquella ciudad de lectura donde estaban todos los puestos repletos con estantes de libros de todos los colores, tamaños, precios, grosores y temas de lo más variados o excéntricos que puedan imaginar.

En aquel momento, llegué al auditorio Juan Rulfo, ahí debatirían en una mesa redonda Carmen Aristegui, Mario Vargas Losa, Claudio Magris y Denise Dresser, acerca de la letra y la imagen en los medios de comunicación.

Al final de la conferencia, la “muchedumbre” comenzó a dispersarse, pero una pequeña parte se aglutinó alrededor de los ponentes; a Carmen Aristegui la rodearon para pedirle fotos o autógrafos y ella accedió con gusto a las peticiones de la gente.

El martes, el panorama era aún mejor, estaba programado a las cinco de la tarde, un homenaje a uno de los periodistas que marcó una época en el ejercicio de los medios en nuestro país, fue ex director del periódico Excelsior y fundó la revista proceso, así es, se trata de Julio Scherer; estuvieron acompañándolo y rindiéndole homenaje, personajes destacados como Elena Poniatovska, Carlos Monsivais, Enrique Maza y Vicente Leñero entre otros.

Toda la sala se iluminaba por los destellos de las luces y flash de las cámaras, mientras los reporteros iban y venían con micrófonos y grabadoras en sus manos. Al final todos se pusieron de pie y se unieron en un aplauso interminable. Aquel homenaje fue algo histórico, y sé que pocos lo olvidarán

El miércoles, ya podía sentirse algo de monotonía en los estudiantes que caminaban por los pasillos y salones casi por inercia, sin embargo, la conferencia en donde estuvo Carlos Monsivais hablando acerca de la Literatura actual, reanimó el interés de muchas personas.

El jueves, fue un día casi sagrado para mi, el día en que recorrería todos y cada uno de los puestos, buscando los títulos de los libros que pasé recolectando en una lista durante todo el año. Caminé en zigzag durante casi 5 horas continuas, hasta que llego un punto en que mi vista y mi cabeza ya no distinguían entre tantos libros, ¡Los quería todos!.

Me dispuse a ir a la conferencia de 1000 jóvenes con Vicente Leñero, ahí presentaría un libro y hablaría sobre sus hazañas periodísticas; se puso tan buena la conferencia, que hasta yo me animé a hacer algunas preguntas al final, desgraciadamente, Leñero no se pudo quedar a la firma de libros, y sus “fans” nos quedamos esperando.

El viernes fue día muerto para mí, no pude ir a la FIL. Sábado y Domingo, eran los 2 últimos días, con los que cerré la semana con broche de oro al asistir al Primer Encuentro Internacional de Periodistas, al cual asistieron personalidades como Javier Solórzano, Alex Grijelmo, Katia Dartigues y otras destacadas figuras del periodismo nacional e internacional.

El tema central giró en torno a la ética periodística, y de ése, salieron muchos otros temas interesantes de los cuales se armaron debates y una polémica fenomenal; pero esa es otra historia Así terminó la FIL, con un concierto de Tania Libertad y la clausura de todos los eventos que se hicieron en aquel lugar.

Adiós a la explanada que fue como un templo de conocimientos y experiencias. Adiós Perú, Adiós ponentes La FIL se va por un tiempo, y tendremos que esperar otro año para volver a ella. No cabe duda que aquella vez, sí disfruté al máximo todos los eventos; ¡se van los invitados!, se va la FIL, pero los libros y las palabras ¡se quedan!

Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda.

Correo: nayelligz@gmail.com

miércoles, 9 de junio de 2010

MONÓLOGOS DE UNA "AMIGA"... (Primera parte)

El día de hoy, recordé muchas cosas de mi pasado… sobre todo de cuando estaba en la preparatoria. Cuando cursaba el segundo o tercer semestre, me metí a un taller de teatro, donde hacíamos coreografías, obras y también algunos monólogos, esta era una tarea que se les dejaba aprenderse a los que iban mal en a materia, pero tal vez era de las cosas mas entretenidas, ver a alguien decir un monologo, algunos lo hacían bien, otros no tanto, pero al menos lo intentaban.

Me acuerdo mucho de uno en especial, que lo dijo mi amiga y colega Sandra; hablaba acerca de las personas que se enamoran de un amigo y no son correspondidas; tal vez me llamo la atención la forma en que lo actuó, pero sobre todo, lo que mas me atrajo y una de las razones por las que lo recuerdo tan bien, era por lo inconcebible e incomprensible que era para mi esa temática en aquel entonces; a mis 16 años, nunca me había enamorado de alguien que fuera mi gran amigo, creo que sólo habían sido “amores a primera vista” o desde un principio se habían notado otros intereses hacia mi, nunca una amistad normal se había convertido en amor en aquellos tiempos.

Ahora, vino a mi mente ese monólogo al vivir la experiencia en carne propia, y me he dado cuenta que es algo muy común por lo que hemos pasado tanto hombres como mujeres y también muy doloroso por cierto. Es por eso que me gustaría compartir parte de este soliloquio con ustedes para transmitirles parte de mis sentimientos. A este texto le he hecho algunas modificaciones para agregarle unas cosas, quitarle otras y tener una mejor adaptación a la realidad; el famoso escrito comienza algo así:

“Hasta ahora pensaba que la peor frase que te pueden decir es: “Tenemos que hablar…” porque al decir esto, significa que hay problemas, que si te lo dice tu novio, es porque esta a punto de terminar contigo o te confesará que te pone los cuernos; si lo dice tu madre o tu padre, de seguro te descubrieron algo que les ocultaste y te van a regañar, y si te lo dice un compañero, es probable que te haga alguna confesión escabrosa o peor aun quiera que hagas algo comprometedor a cambio de otra cosa!!!
Pero no, esta frase no es nada comparado con una más terrible aún… la peor frase que te pueden decir es: “yo también te quiero… pero solo como amiga”

Eso significa que para el tú eres la mas simpática del mundo, la que mejor lo escucha, con la que comparte tantas cosas y se la lleva súper en todo momento… pero que no va a salir contigo ni va a haber algo más entre ustedes ¡jamás!. En realidad, él va a salir con una chica que no lo ama y nada que ver con él!!!, que lo va a hacer sufrir y probablemente solo lo quiera para pasar el rato o peor tantito, por su dinero. Eso sí, cuando la otra le haga algo y lo deje chillando… te llamará a ti para pedirte consejo!!!. Es como si vas a buscar trabajo y te dicen: “Señorita Gutiérrez, es usted la persona idónea para el puesto, la que mejor curriculum vitae tiene, ¡la más preparada!… pero fíjese que no la vamos a contratar. Vamos a emplear a una incompetente. Eso sí, cuando la riegue, ¿le podríamos llamar a usted para que nos saque del lío?”.

Me pregunto, ¿qué he hecho mal? Hemos ido al cine, nos hemos reído, hemos hablado horas y horas por teléfono, nos hemos visto casi todos los días, fuera de clases, hasta a veces hemos comido juntos y me ha invitado a fiestas… hemos pasado horas tomando café… ¿A partir de qué café nos hicimos amigos?, ¿del quinto? ¿Del sexto? ¡Por Dios!, eso se avisa. ¡Uno menos, y ahora sería su novia! Es como si un amigo se rigiera por las mismas normas que un Tampón: Puedes ir a la piscina con él, montar a caballo, bailar, y hacer casi todo lo que quieras!!!… lo único que no puedes hacer con él es tener sexo…

Es que si lo piensas… si para un chico considerarte “su amiga” consiste en arruinar tu vida sentimental, ¿Qué hará con sus enemigos?, a mi me parece muy bien que seamos amigos, lo que no entiendo es por qué no podemos “besarnos en la boca como amigos”, andar tomados de la mano, o tener sexo. Yo creo que la amistad entre hombres y mujeres es muy difícil de lograr... Lo que ocurre es que cuando él te dice que te quiere sólo como amiga, para el significa eso y punto!!! No hay vuelta atrás!!!.

Pero para ti no. Para ti significa que si una noche están en la playa, solos, el se emborracha, hay luna llena, se han alineado los planetas y un meteorito amenaza la Tierra… ¡A lo mejor consigues algo con él! Por eso nunca pierdes la esperanza. ¿Qué anda con Otra?, pues ya romperá… cuando lo hace, tú atacas con la técnica de “consolador”: “No llores, ella no te merecía. Tú te mereces algo mejor, una chica que te comprenda, que sepa estar ahí cuando la necesitas… que sea alta, de cabello castaño oscuro, ojos cafés, que se llame… ¡como yo!”.

Al menos, siendo amiga puedes meter cizaña para eliminar competencia, Cuando dice:
-Ay, que tonta es fulanita, ¿verdad?--¿Fulanita? Es muy tonta, sí… un poco bizca.-No es bizca, lo que pasa es que tiene una mirada muy tierna.--Sí, en eso tienes razón, me fijé el otro día, cuando miraba a Sutanito.-No lo miraba a él, me miraba a mí.--¿Ves como es bizca?El colmo es que ellos consideran que tienen una relación “superespecial” con una amiga cuando pueden dormir con ella en la misma cama y que no pase nada. Pero bueno, ¿lo “superespecial” no sería que sí pasara algo?

Un día después de una fiesta, te quedas ayudándolo a recoger, como haces siempre, y cuando acabas, el dice:
-Uy, es muy tarde, ¿por qué no te quedas a dormir?-¿Y donde duermo?-Pues en mi cama.
A ti te tiemblan las piernas: “¡Ésta es mi “gran noche”, se han alineado los planetas!”. Así es que te metes en la cama de un brinco y doblas las rodillas para disimular. El se mete, se acomoda y te dice: “Hasta mañana”. ¡Y se duerme! “Pero bueno, ¿cómo se ha podido dormir tan pronto? ¿Pero este chico no reza ni nada?”. ¡Estas acostada con el hombre que te gusta! Al principio no te atreves a moverte, para no tocar nada. Sabes que si en ese momento hicieran un concurso, nadie podría ganarte: eres la más caliente del mundo. ¡Y que larga se te hace la noche! Te vienen a la cabeza un montón de preguntas: “¿Tocarlo accidentalmente con la mano será de mal amiga? ¿Y si es su cuerpo el que me toca a mí?”. No puedes creer que estés en la misma cama y no vaya a pasar nada. Confías en que en cualquier momento se dé la vuelta y te diga: “Venga tonta, que ya has sufrido bastante, ¡hazme tuyo!”. Pero no. A ellos nunca les parece que has sufrido bastante. Y mira que sufres… Porque tienes toda la sangre del cuerpo acumulada en el mismo sitio. Pero ahí no termina tu humillación. A las siete de la mañana suena el timbre de la puerta:

¡Ay, es Fulanita!¿Fulanita? ¿Pero que no la habías dejado?Ya te contaré, ahora tengo prisa. Se me olvidó decirte que iba a traer su perro, porque como nos vamos de viaje, yo le dije que el perro mejor que contigo no iba a estar con nadie.Y para colmo cuando entra la Fulanita te dice:
¿Eres su amiga? Tienes mala cara, ¿has dormido bien?Así que al final te quedas con el perro, que ése sí es el mejor amigo del hombre…*

Es muy difícil ver a la persona que amas sólo como tu amigo, pero debemos aceptar las decisiones de los demás y buscar a otras personas ¡Hay millones de habitantes en esta ciudad (o en otras) buscando lo mismo que nosotros! ¿Por qué cerrarnos a amar a alguien que no siente lo mismo por ti y con la cual podemos tener una linda amistad? Por favor, tanto mujeres como hombres, si tienen un amigo(a) y les empieza a gustar pero éste no da señales de querer “algo mas” a los pocos meses de haberse conocido, ¡Ni lo intenten!, no quiere más que su amistad, y no cambiará de opinión salvo ciertas excepciones, pero es mejor no hacerse muchas ilusiones, solo daña los sentimientos, y lo peor del caso los de nosotros mismos y a veces de paso los de nuestras amistades. Por último, no me queda más que despedirme con aquella frase tan trillada pero que a veces llegamos a olvidar: “Si amas a alguien, déjalo libre, si regresa es tuyo y si no… nunca lo fue…”

*www.sientelo.net/articulos/2006/02/ [en línea] 24/03/06.
Aquí puedes consultar el texto original del monologo.

Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda

Espacio: Crónicas de un sueño (tercera parte)

El jueves me levanté algo turbada de mis pensamientos, ya sólo faltaban dos días para que terminara Espacio y la entrevista de mi tesis seguía en lista de espera debido a que mi entrevistado probablemente no asistiría… así es que ya me había resignado a hacerla en otra ocasión; sin embargo, di un salto de sorpresa al llegar al modulo de información y ver el programa de aquel día, en donde estaban los horarios y ponentes de cada uno de los eventos… y ahí estaba él: Eduardo Salazar, corresponsal de noticieros Televisa, el enviado especial que vivió la guerra en Irak, la principal fuente de información de mi tema de tesis, y sobre todo: mi entrevista.
Su conferencia, era, según el programa, a las 5 de la tarde, en el edificio de la torre académica, para ser exacta, en el multiforo Televisa; al medio día, mientras comía me encontré con un nuevo amigo que había hecho un día anterior, Luis, un camarógrafo de eventos especiales de Televisa Chapultepec, quien muy amable se ofreció a acompañarme a la conferencia de Lalo Salazar, a la vez que me enseñó otra entrada “secreta” hacia el multiforo, al entrar ahí, una corazonada me dijo que algo andaba mal… así es que decidí preguntar si ahí sería la ponencia de Lalo para cerciorarme de estar en el lugar correcto, y en efecto, mis presentimientos no me engañaron, el evento había cambiado al polo opuesto de la sede de ESPACIO, así que tuve que trasladarme lo más rápido que pude a buscar como loca el salón de la nueva ubicación, gracias a Dios, al preguntar alguien me dijo donde era exactamente, y aunque unos minutos tarde, pude entrar y sentarme en un buen lugar para grabar la conferencia, muy interesante por cierto, pues Eduardo Salazar, relató muchas de sus experiencias desde que se fue a Irak hasta que regresó de la guerra, incluso mostró un video muy dramático donde pueden observarse escenas de la guerra y del excelente trabajo que realizó como periodista.
Al terminar la conferencia, salió por atrás, por lo cual me vi en líos para encontrarlo, así es que salí corriendo hacia todas las direcciones a ver en donde lo veía ¡Tenía que hacerle la entrevista!, para mi buena suerte, unas chicas lo retuvieron para sacarse algunas fotos con el, eso me dio tiempo de correr a alcanzarlo y presentarme, a lo cual, él respondió encantado y se mostró de lo más amable y sencillo conmigo y con todas las personas que se acercaban a platicar con él, me estuvo hablando acerca de cómo llegó a ser periodista, y también sobre algunos problemas y anécdotas chuscas que tuvo cuando empezaba como corresponsal.
Después de eso, hice la tan ansiada entrevista mientras caminábamos al auditorio central, donde estaría como invitado en un programa de “Telehit” con Horacio Villalobos y “El Burro”. Después de cenar, decidí salir un rato a divertirme, así es que me fui con los chicos de postproducción y algunas amigas al cine a ver “Soltero en casa”, una muy divertida película.
Llegó el día menos deseado… el viernes, era mi último día entero en Culiacán, y también ahí terminaría mi aventura en ESPACIO… más no mi sueño… eran mis últimas horas, y tenía que aprovecharlas al máximo. Llegué al comedor a desayunar, y tuve la grata sorpresa de encontrarme a algunos compañeros y nuevos amigos de Televisa, así es que almorzamos juntos mientras platicábamos de algunas cosas del evento.

Al salir del comedor y despedirnos, caminé hacia el modulo de información para pedir un programa del día y ver los eventos que habría, me dieron la hoja y comencé a leerla, de pronto, mis ojos se detuvieron y se hicieron enormes, mi boca se abrió y mi mente se colapsó por un momento, no era posible lo que estaba leyendo, lo leí, lo releí y lo volví a leer aún estupefacta y parada a medio camino, y dije “¡No puede ser!”, así es, en la hoja claramente decía: “5:00 p.m. Taller de Radio con Carlos Loret de Mola en la Torre Académica”.
Aún no lo podía creer, ¡Tenía que ir a ese evento!, así es que durante todo el día, me la pasé ayudando con los libros a mi amigo Raúl, para terminar pronto y poder irme a la conferencia; de la emoción, hasta el hambre se me quito y no comí casi nada, por fin terminé y a las 4 de la tarde, una hora antes del evento, llegué a la Torre Académica para apartar un “buen lugar”, pero ¡Oh sorpresa! Muchos pensaron lo mismo que yo, y cuando llegué ya había por lo menos más de 100 personas haciendo fila para entrar…
Después una mujer nos dijo a los que llegamos en ese momento que ya no iban a dejar pasar gente, que el cupo era de 80 personas máximo y que ni siquiera hiciéramos el intento de formarnos, luego pareció cambiar de opinión y dijo que nos formáramos, que “tal vez” nos dejaba entrar 10 minutos a sacar fotos en grupos de 5 personas, y sólo a los que trajeran Gafete de prensa (el mío era de staff por lo cual al parecer no iba a entrar ni con chochos).
En ese momento, comencé a desesperarme y a darle vueltas en mi cabeza tratando de encontrar alguna manera de entrar, buscaba con la mirada por todos lados, a ver si veía a alguien conocido que me ayudara a pasar, pero nadie pasó en ese momento…
como si fuera un milagro, tal parece que Dios se apiadó de mi y en eso, una mujer de Producción, llegó a decirnos: “la conferencia se va a cancelar de este lugar, la vamos a hacer en el multiforo que es mas grande, para que entren más, pero ahora si váyanse para allá a formarse”…
¡todo mundo corrió como estampida hacia el otro salón!, que quedaba a unos metros de distancia, y como yo era de las ultimas, pude correr más rápido hacia allá, algunos alcanzaron a entrar, pero después una muchacha se puso ahí en la entrada a detener a los que quisieron pasar, pero gracias a mi amigo Luis, recordé que había otra entrada “secreta” al mismo lugar, la cual no tenía ni una sola persona que la estuviera custodiando, así es que muy discreta, me fui corriendo hacia el otro lado y logré colarme sin ser descubierta, entonces pude agarrar un lugar en la quinta fila, al centro, mientras se acababa una conferencia que estaba antes.
Carlos Loret de Mola, llegó un poco tarde, pero valió la pena la espera. Durante su ponencia, relató algunas experiencias de la guerra de Afganistán y también de cuando fue corresponsal en la tragedia del “Tsunami”, al terminar entre una gran ovación, el periodista salió literalmente “Huyendo” por la parte trasera, ¡y con justa razón!, si se baje por el escenario, no creo que hubiera salido vivo de ahí, pues había muchas muchachas (y también uno que otro muchacho) que se lo querían comer, sacarse fotos con él o pedirle algún autógrafo.
Salí de ahí un poco nostálgica, la noche ya comenzaba a caer, la gente salía y la Universidad poco a poco se estaba quedando cada vez más vacía… en algunos lugares, pude ver como desmontaban las escenografías… era el momento de comenzar con las despedidas, que creo, no son gratas para nadie… Fui primero con Gabriel y Alejandra, quienes se encontraban en el auditorio principal quitando tablas, equipo y pantallas, una de las cuales por poco y les cae encima; después pasé con mis amigos de postproducción, los cuales estaban aún mas atareados trabajando todos en equipo: unos bajaban las luces con una polea, otros desconectaban cables, algunos arrastraban carritos con material y tablas de madera, y unos mas desarmaban cosas…
Era triste… yo vi cuando lo estaba armando, ¡Que bonito se veía todo acomodado! Y ahora… poco a poco iban desmantelando cada parte del escenario… dejando todo como estaba antes… vacío… solo… Decidí salir de allí antes de que me dieran ganas de llorar… soy muy sentimental… Subí al autobús, que por última vez me llevaría a mi hotel, al llegar, me puse a hacer maletas, partía de regreso a Guadalajara a las 8 y media de la mañana, así es que preferí dejar todo listo.
Me senté en la cama a ver la tele un rato, tal vez dormité un poco, y creo que di unos cuantos cabezazos, me moría de sueño… en eso, decidí salir un rato a distraerme y conocer un poco más de Culiacán; me fui con varios de mis amigos, caminamos para buscar algún sitio agradable donde pudiéramos platicar. Llegamos al centro, pasamos por la catedral, y atrás de esta, había muchos restaurantes, bares y cafés, así como una pequeña plaza donde se veía mucha gente; decidimos entrar a uno de esos cafés, nos sentamos y comenzamos a conversar… y como diría una vieja y conocida canción: “nos dieron las 9, las 10 y las 11… las 12, la 1, las 2 y las 3…” ¡Qué rápido pasa el tiempo!, sin pensarlo, ya pasaban de las tres de la mañana, y nos dimos cuenta porque nos dijeron que ya iban a cerrar el lugar…
Salimos de ahí, pero vimos que afuera había un espectáculo en la plaza, nos quedamos un rato… después, regresamos de nuevo a deambular por las calles, y de ahí nos sentamos en la banca de un parque, ¡Era el último día y había que disfrutar cada segundo!, caminamos, mientras nuestra plática seguía, hasta que llegamos a mi hotel… eran las 6 de la mañana… nunca me había quedado una noche entera sin dormir platicando con amigos… pero eso no me preocupaba, tendría muchas horas para dormir en el autobús.
Tomé un café con leche en la recepción, subí por mis maletas, compre algunas cosas para comer en el camino, y llamé a un taxi para que me llevara a la central… mi camión salió y afortunadamente en el camino me tocó una agradable compañía, un señor ya grande, muy amable, que en ratos (cuando estaba despierta) me hacía plática… yo aún llevaba puesto mi gafette de ESPACIO… es una experiencia que jamás en la vida olvidaré, y que espero repetir el próximo año, cada vez mejor…
Llegué a Guadalajara a las 10 de la noche… fueron 12 horas de camino, el 80% de las cuales, las pase durmiendo, ni siquiera vi una sola de las 5 películas que pusieron. Al bajarme, fue como haber despertado de uno de esos largos y dulces sueños, en los que te preguntas si lo que viviste fue real… y me dije a mi misma: “Bienvenida de nuevo a la Realidad”…
Espero que esta experiencia les haya gustado, sólo me resta decirles que nunca dejen de luchar por sus sueños, por difíciles que parezcan… en esta vida no hay nada imposible, no importa la edad, el sexo ni la condición social, sólo las ganas de superación y de ser mejores cada día. Nosotros somos los que ponemos el límite y decidimos hasta donde queremos llegar, si nos dejamos vencer por un obstáculo, o lo enfrentamos hasta las últimas consecuencias… recuerden lo que dice aquella frase que es una de mis citas favoritas: “comienza por hacer todo lo necesario, después haz lo que te sea posible… y pronto te encontrarás haciendo lo que parecía imposible…” Se los dejo de tarea, ¡hasta la próxima!

Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda
nayelligz@gmail.com