Tal vez, este es uno de los eventos más importantes que organiza la Universidad de Guadalajara… recuerdo que desde 6 meses antes de la feria, se escuchan las voces de maestros y académicos, comentando emocionados acerca de las conferencias, los ponentes, la organización, de todos los eventos que planeaban hacer, y desde mi punto de vista, siento que hace cinco años, en el 2005, fue uno de los mejores para esta afamada feria.
Durante esa semana, todos en la universidad estaban casi vueltos locos con los preparativos, organizando los “stands“, contactando a los expositores, acomodando libros… ¡no es fácil preparar un evento de tales magnitudes! Todo para que el sábado 23 de noviembre, dieran el banderazo de comienzo a la FIL, que en aquel año tuvo como invitado especial a Perú.
Así comenzó todo, con una inauguración monumental y la entrega del premio “Juan Rulfo” al escritor español Tomás Segovia. El Domingo, el auditorio principal se llenó hasta reventar para escuchar las palabras del escritor peruano Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze acerca de México y Perú.
El lunes, fue mi primer “día FIL”, aquel día llegué como a las cinco de la tarde a la explanada principal, donde para mi sorpresa, estaba repleta de gente comprando boletos o haciendo fila para pasar; cientos de estudiantes de servicio social con playeras negras y letras en colores llamativos, conformaban los elementos de seguridad que estaban repartidos a lo largo y ancho de la expo Guadalajara.
Al entrar, el panorama era espectacular: miles de personas caminando en todos los sentidos de las “calles” de aquella “ciudad de lectura” donde estaban todos los puestos repletos con estantes de libros de todos los colores, tamaños, precios, grosores y temas de lo más variados o excéntricos que puedan imaginar.
En aquel momento, llegué al auditorio Juan Rulfo, ahí debatirían en una mesa redonda Carmen Aristegui, Mario Vargas Losa, Claudio Magris y Denise Dresser, acerca de la letra y la imagen en los medios de comunicación.
Al final de la conferencia, la “muchedumbre” comenzó a dispersarse, pero una pequeña parte se aglutinó alrededor de los ponentes; a Carmen Aristegui la rodearon para pedirle fotos o autógrafos y ella accedió con gusto a las peticiones de la gente.
El martes, el panorama era aún mejor, estaba programado a las cinco de la tarde, un homenaje a uno de los periodistas que marcó una época en el ejercicio de los medios en nuestro país, fue ex director del periódico Excelsior y fundó la revista proceso, así es, se trata de Julio Scherer; estuvieron acompañándolo y rindiéndole homenaje, personajes destacados como Elena Poniatovska, Carlos Monsivais, Enrique Maza y Vicente Leñero entre otros.
Toda la sala se iluminaba por los destellos de las luces y flash de las cámaras, mientras los reporteros iban y venían con micrófonos y grabadoras en sus manos. Al final todos se pusieron de pie y se unieron en un aplauso interminable. Aquel homenaje fue algo histórico, y sé que pocos lo olvidarán…
El miércoles, ya podía sentirse algo de monotonía en los estudiantes que caminaban por los pasillos y salones casi por inercia, sin embargo, la conferencia en donde estuvo Carlos Monsivais hablando acerca de la Literatura actual, reanimó el interés de muchas personas.
El jueves, fue un día casi sagrado para mi, el día en que recorrería todos y cada uno de los puestos, buscando los títulos de los libros que pasé recolectando en una lista durante todo el año. Caminé en zigzag durante casi 5 horas continuas, hasta que llego un punto en que mi vista y mi cabeza ya no distinguían entre tantos libros, ¡Los quería todos!.
Me dispuse a ir a la conferencia de 1000 jóvenes con Vicente Leñero, ahí presentaría un libro y hablaría sobre sus hazañas periodísticas; se puso tan buena la conferencia, que hasta yo me animé a hacer algunas preguntas al final, desgraciadamente, Leñero no se pudo quedar a la firma de libros, y sus “fans” nos quedamos esperando.
El viernes fue día muerto para mí, no pude ir a la FIL. Sábado y Domingo, eran los 2 últimos días, con los que cerré la semana con broche de oro al asistir al Primer Encuentro Internacional de Periodistas, al cual asistieron personalidades como Javier Solórzano, Alex Grijelmo, Katia D’artigues y otras destacadas figuras del periodismo nacional e internacional.
El tema central giró en torno a la ética periodística, y de ése, salieron muchos otros temas interesantes de los cuales se armaron debates y una polémica fenomenal; pero esa es otra historia… Así terminó la FIL, con un concierto de Tania Libertad y la clausura de todos los eventos que se hicieron en aquel lugar.
Adiós a la explanada que fue como un templo de conocimientos y experiencias. Adiós Perú, Adiós ponentes… La FIL se va por un tiempo, y tendremos que esperar otro año para volver a ella. No cabe duda que aquella vez, sí disfruté al máximo todos los eventos; ¡se van los invitados!, se va la FIL, pero los libros y las palabras… ¡se quedan!
Roxana Nayelli Gutiérrez Zepeda.
Correo: nayelligz@gmail.com
Excelente idea de publicar lo que viviste antes de incorporarte a este mundo lleno de claros y oscuros. Creo que esas experiencias aportan mucho a tu visión de cómo y a dónde se mueve la palabra escrita...
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